Artículo de opinión del senador Wayne Fontana
Me decepcionó oír que la Marcellus Shale Coalition ya se está apresurando a acudir a los tribunales en un intento de anular partes de la nueva normativa sobre perforación de gas de Pensilvania.
La industria tiene que entender que nuestra gente tiene derecho a la seguridad y a un medio ambiente limpio. Nuestras comunidades merecen poder opinar sobre dónde deben realizarse las perforaciones de gas, cómo pueden llevarse a cabo de forma segura y qué precauciones deben tomarse.
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Es importante subrayar que estas nuevas normas de perforación no son un ataque apresurado, unilateral e irrazonable contra la industria de Marcellus Shale. El Departamento de Protección Medioambiental del Estado dedicó mucho tiempo a recibir aportaciones y testimonios de ciudadanos, líderes comunitarios, expertos en medio ambiente y defensores de la industria. Miles de personas ofrecieron su opinión y se celebraron muchas audiencias en todo el estado.
Aunque la nueva normativa puede no ser perfecta, es un medio razonable y equilibrado de garantizar que nuestro pueblo y nuestro medio ambiente sean lo primero. La normativa también ofrece una orientación justa y clara a quienes trabajan en la pujante industria de Marcellus Shale.
La Shale Coalition está haciendo un flaco favor al público al intentar debilitar o eliminar disposiciones que se elaboraron tras años de audiencias y estudios. También me decepciona que la industria esté dirigiendo su ataque a la nueva normativa a través de costosas demandas judiciales.
Hay proyectos de ley pendientes en la legislatura que pueden utilizarse para abordar muchas de las cuestiones a las que se opone el sector. Antes de atacar las nuevas normas estatales en los tribunales, los defensores del sector deberían haberse puesto en contacto con los legisladores y los reguladores estatales para tratar de encontrar un terreno común o soluciones viables a sus problemas.
En lugar de buscar lagunas legales en las normativas que les obligan a preservar las especies en peligro, tapar los pozos abandonados y ocuparse responsablemente de los vertidos y la restauración de los lugares, los representantes de la industria deberían aprovechar la oportunidad de ser buenos socios corporativos y administradores de nuestras tierras y vías fluviales.
Los perforadores de gas no deben adoptar un papel de adversarios de nuestros gobernantes y defensores del medio ambiente.
Pensilvania acoge con satisfacción el crecimiento de la industria, sus puestos de trabajo y su contribución a la economía de nuestro Estado. Lo único que pedimos es que los perforadores sean responsables, respetuosos y rindan cuentas ante nuestra gente.
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